lunes, 15 de diciembre de 2008

El Hombre, su caballo y su perro

Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por una calle. Estos tres personajes habían muerto recientemente y ahora caminaban por un largo sendero interminable. En una curva del camino, vieron un portón de oro y mármol, que conducía a una plaza calzada con bloques de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde brotaba agua cristalina.
El caminante se dirigió al guardián que cuidaba de la entrada.
-¿Qué lugar es este, tan lindo? -preguntó el caminante.
-Esto es el cielo -fue la respuesta.
-Qué bueno que llegamos al cielo, estamos con mucha sed -dijo el caminante.
-Usted puede entrar a beber agua a voluntad -dijo el guardián, indicándole la fuente.
-Mi caballo y mi perro también están con sed.
-Lo lamento mucho -le dijo el guardián-. Aquí no se permite la entrada de animales.
El hombre se sintió muy decepcionado mas él no bebería dejando a sus acompañantes sin agua. De esta manera, prosiguió su camino.
Después de muchas horas, con sed y agotados, llegaron a un sitio cuya entrada apenas era unos trozos de madera carcomidos. El portón daba a un camino de tierra bordeado de árboles. Situado al lado de la puerta se encontraba un hombre dormido.
-Buen día -dijo el caminante.
-Buen día -respondió el hombre.
-Estamos con mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.
-Hay una fuente en aquellas piedras -dijo el hombre indicando el lugar-. Pueden beber a voluntad.
El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed.
-Muchas gracias -dijo el caminante al salir
. -Vuelvan cuando quieran -respondió el hombre.
-A propósito -dijo el caminante- ¿cuál es el nombre de este lugar?
-Este lugar es el cielo -respondió el hombre.
-¿Cielo? ¡El guardián del otro lado del portón de mármol y oro me dijo que allí era el cielo!
-Aquello no es el cielo, aquello es el infierno.
El caminante asombrado dijo:
-Esa información falsa debe causar grandes confusiones.
-De ninguna manera -respondió el hombre-. En verdad ellos nos hacen un gran favor. Porque allí quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos.

El racimo de Uvas

Érase una vez tres hombres que salieron juntos de viaje.De pronto a un lado del camino encontraron una pequeña moneda.
Como no tenían ningún otro dinero, empezaron los tres a discutir qué comprarían con ella.
-Yo quiero algo dulce para comer- dijo el primero.
-No- dijo el segundo-. Yo quiero varias cosas dulces para comer.
El tercero dijo:
-No. Yo quiero algo que me apague la sed.
Un hombre sabio que pasaba por allí se detuvo y le pidieron que arbitrara la situación.
-Elige- le dijeron- cuál de nosotros debe satisfacer su deseo.
-Haré algo mejor -dijo el sabio- , pues puedo comprometerme a satisfacer a todos.
Fue a una tienda cercana y, con la moneda, compró un racimo de uvas, que dividió entre los tres.
- ¡Pero esto es algo dulce para comer! -dijo el primero.
- ¡Estas son varias cosas dulces para comer! -dijo el segundo.
- ¡Y esto es algo con que apagar mi sed! -dijo el tercero.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Los Vientos del Desierto

Dice la leyenda árabe, que dos amigos, viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje, discutieron, y uno le dio una bofetada al otro.
El otro ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
"Hoy mi mejor amigo me ha pegado una bofetada en el rostro".
Siguieron adelante, y llegaron a un oasis donde decidieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomó un estilete y escribió en la piedra:
"Hoy, mi mejor amigo me ha salvado la vida".
Intrigado, el amigo preguntó:
-¿Por qué después de que te lastime la cara escribes en la arena y ahora escribes en la piedra?
Sonriendo el otro amigo le contestó:
"Cuando un gran amigo nos ofende, debemos escribir en la arena donde el viento del olvido y del perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno del todo el mundo podrá borrarlo".

Iconos

Los iconos eran figuras sagradas pintadas sobre tablas de madera; surgieron en el imperio Bizantino hacia el siglo VII.
Un gran pintor de iconos era Andrev Rublev que pintó, entre otros, el icono de la "Trinidad".
Los colores de los iconos siempre tenían alguna relación con Dios y, la forma de dibujarlos, también.
En los siglos VIII-IX, surgieron las luchas iconoclastas dentro del imperio ya que llegaron al poder, gente en contra de los iconos y por tanto se prohibían.
Estos son dos de los iconos más famosos.





lunes, 1 de diciembre de 2008

Carlomagno

Príncipe del imperio carolingio, que, gracias a sus acciones, en el año 800 fue coronado por el Papá como emperador.

Estableció su corte del imperio en Aquisgrán,pero, en el año 842, con el Tratado de Verdún pasó a ser parte de Lotaringía.

Solía vestir con camisa y clazones de lino. era bastante alto y fuerte, con un pelo rubio y largo.

Tenía por costumbre (como muchos carolingios) se despertaba cuatro o cinco veces por semana.



En esta iglesia está enterrado
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